"Debemos aprender a ser queridos y querientes, en un mundo que nos entrena para el desamor".
Autor: Eduardo Galeano.
Con esta premisa, converso contigo vida de mi vida lo siguiente:
Sentir valor para dejarse querer es cosa de valientes,
se necesita fuerza para todos los días y sus noches
tomar la decisión de estar enamorado de un mismo ser
y hallar en ese humano motivos para querer
compartir el mundo, la realidad y la vida.
Tu valor radica, mi chico guapo
en usar frente al miedo tu valentía
y permitirte sentir lo bueno, lo malo,
lo bello, lo feo, la miel y la hiel
y conservar ánimo para seguir al pie
forjando besos, caricias, ternura, pasión, sexo.
Valentía para permitir que mis amores te consientan
con mis modos, mañas y maneras,
que goces las formas cariñosas en que te brindo apapacho
y cuido de ti con dulzura, empeño y abrigo
tu ser como hombre, como pareja,
como novio, como mi marido.
Tu valor es permitir que tengamos tiempo
para irnos saboreando desde aquel primer encuentro
en que me dijiste hola y yo respondí sin saber
que tus letras, tu voz, tu presencia se uniría a mi existencia
como hiedra a la piedra, como la raíz al tallo
como la nube al cielo, como la ola al mar.
Tu valor es valentía cuando disfrutas mis mimos
y te colmas con mis besitos,
me dejas hacerte poema, versar nuestros momentos
y me permites leer tu intimidad con todos mis sentidos
traspasas mi cuerpo, llegas a mi mente
y siembras en mi alma girasoles y estrellas,
sonrisas que parecen luciérnagas
en las noches más serenas.
Gracias por permitirme gozar de ti, contigo, con los dos juntitos.
Por dejarte querer a andanza, a galope y a trote.
Me haces sentir la lluvia, el sol, el viento
me haces vivir en amor cada que te pienso,
cada que te converso, cada que te nombro
por tu apodo que es tan tuyo como nuestro.
Atentamente:
Tu mami, tu Pata, tu Adri.