Estar en paz, no es tarea sencilla. Mantener un equilibrio en un mundo caótico, con emociones vacilantes, pensamientos oscilantes. Es un reto que vale mucho hacer, desde lo consciente.
Me he sentido muy tensa, cansada y de pronto sentí que el trabajo que tanto amo y bendigo me resultaba abrumante, desmotivante pero, eso es algo que puede cambiarse, al final pienso y creo que uno dirige sus propios pensamientos, no es sencillo, claro que no, y he flaqueado muchas veces.
Sin embargo, aquí estoy dispuesta a empezar una y mil veces la construcción de un mejor estado de ánimo, de hacer mis actividades con nuevos bríos, con más afán, con amor y aún más amor. Porque bendigo cada actividad que me permite tener casa, comida, sustento y aprender a la vez sobre lo que estudié y lo que es mi actividad profesional. Me libero de mi necesidad de ser la trabajadora perfecta, la Pedagoga modelo, me libero de mis expectativas sin sentido, de mi ego narciso, de mi afán de reconocimiento, de mi propio sobre explotamiento.
Puedo y merezco trabajar desde la paz, desde el gusto de la tranquilidad, todo se puede, todo saldrá bien, porque todo está fluyendo, porque yo camino hacia el éxito personal y profesional, pero el éxito entendido como ese conjunto de armonía que nace desde adentro.
Estando en esa sintonía hallé este pensamiento, y me resulta maravilloso.
Dios bendiga nuestros comienzos y nuestra buena voluntad.
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La cantidad de felicidad que tienes en tu vida depende de la cantidad de libertad que tienes en tu corazón.
Autor: Thich Nhat Hanh