Las personas, hombres y mujeres, necesitamos espacios amorosos donde florecer, en primer lugar ese espacio debe construirse y edificarse dentro de nosotros mismos y después extenderse hacia nuestro círculo afectivo. Sí dentro de esos afectos se encuentra un hombre, este texto puede gustarles tanto como a mí. A veces se piensa que los hombres son de tal o cual manera negativa, y se dicen generalidades extremistas, no estoy de acuerdo. Porque no me gustan los extremos ni todos los hombres son, ni todas las mujeres somos "así o asa", en este caso yo me dirijo a ese hombre que nos sabe amar bonito. Con el que nos sentimos amadas, cuidadas, mimadas, atendidas, escuchadas y nos alienta a ser nosotras mismas en casa, en el trabajo, en el espacio en que nos guste desarrollarnos como personas y mujeres.
Ese hombre que amas y te ayuda a florecer, también merece que se le quiera con mimos, con apapachos, con ternura, con buenas maneras. Porque es persona, porque es un ser humano, porque es el hombre de nuestra vida.
Yo he conocido historias de amor fantásticas, de personas que han durado toda la vida casadas, y mucho de ello es porque ambas se procuran, porque ambas se alimentan de respeto, de confianza, de placer y sobretodo tienen la voluntad de amar y querer permanecer juntos en tiempos de calma, en tiempos de tempestad.
Les comparto con mucho gusto el texto, desafortunadamente no sé quién es el autor o autora, lo leí en una página de Facebook que se llama: Orientación Psicológica. Si alguien sabe de quién es la autoría, me dice y con gusto le coloco los créditos correspondientes.
¡Seamos todos bendecidos con el amor y la ternura de Dios!
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| Todos los derechos de la imagen le corresponden al creador de la misma. Imagen tomada de la página de Facebook: Orientación Psicológica que tiene el siguiente link: https://www.facebook.com/OrientacionPsicologica0/photos/a.491839427606214/2792782697511864/ |