Hay momentos que se convierten en regalos, esos presentes que se guardan en la memoria, que alimentan el amor, el cariño, la ternura y se permean en la piel, en los sentimientos. Nos brindan emociones positivas, alegrías bellas, y uno se sabe mejor que ayer.
Algo así me sucedió la noche de anoche, cuando mi chico guapo me obsequió su confianza, su amistad, y conversamos sobre sus planes próximos, y sobre la forma en que administra, hace la gestión, la logística.
En primer lugar me siento contenta de que me tenga la confianza de platicar lo que bien podría hacer sin que yo lo sepa, hablarlo desde la amistad, porque somos equipo team de dos, y yo agradezco esa confianza, agradezco que me considere. Fue un detalle tierno, bello.
él me da un amor bonito, un cuidado, un mimo constante que me nutre sanamente.
Yo amo que él sea feliz, que tenga momentos donde se divierta, donde sea él en otros contextos, que tenga amigos, que disfrute, que viva bien y bonito.
Quiero ser un lugar de amor, al que sepa que siempre es bienvenido, que es libre de salir, de entrar, de llegar e irse, de estar y no estar. Es libre desde mi amor completo. Confío en su amor, me siento amada por él y yo quiero que él sepa que es amado por mí, y ese amor implica un respeto por su autonomía, por su ser ajeno a mí. Somos dos que se complementan, dos que se acompañan, que se sienten y se abrazan en este camino llamado vida. Me gusta ir de su mano, me gusta ir de su brazo, me gusta también que él tenga su propio espacio y tenga a bien compartirlo conmigo, como yo comparto mi tiempo con él.
El otro detalle que tvo para conmigo es mostrarme como jerarquiza prioridades, el tema del dinero siempre es tema delicado, hay que manejarlo con cuidado, y él muestra que es un excelente administrador. Eso me encantó, porque pensó y buscó lo que es por mucho lo más adecuado, lo mejor de acuerdo a este tiempo y contexto. La salud suya me importa y hay que darle prioridad.
Ah y algo más, amé y amo cuando cuida de mí, trataré de ser más responsable de mi salud, más consciente. No prometo, pero de verdad cada palabra amorosa sobre su interés por mi salud me motiva y la guardo en el corazón.
Gracias mi compañero de amores, por decir, por hacer y darme este sentir.
Gracias por dar regalos bellos, amores bonitos.
Seguimos haciendo historia, nuestra historia.
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Somos un binomio de amores
que se forja en dos puntos cardinales:
Cuidar para florecer. Florecer para cuidar.
Formas de amar que antes de ti sólo soñaba
y cada noche rezaba por un amor
que me ayudara a mirar, a hablar, a escuchar
lo bonito que es estar enamorada y acompañada.
Ser un nuevo ser capaz de ver que amar
es respetar, valorar, promover
que nos cuidemos, que florezcamos
que seamos tierra fértil de buena voluntad.
Es mi motivo querer que al en mí pensar
dibujes sonrisas y sientas ardor en los brazos
por quererme abrazar.
Quiero que sepas que eres mi hogar
que eres mi lugar en los no lugares,
que eres mi espacio mejor
para curarme de un mal día,
para agradecer la vida,
para sentir, para reír, para hablar y escuchar,
para ser y estar.
Te agradezco el amor y la enseñanza de amar
Curativo es que tú seas
el mejor de mis amigos y el amor de mis amores.
Gracias por cuidar y florecer.
Autora: Patricia Adriana Hernández.