Eugenio no es genio pero tiene ingenio. Skarulupedagoga.

Reflexión docente: 

"Sacar chispas en la mente, prender el foco, echar coco, que se queme el cerebro", son algunas formas de expresión en que mencionamos que estamos pensando.
Pensando creativamente. Hoy asistí a un seminario y entre muchas interesantes e iluminadoras ideas, rescato la de: "¿Qué ha pasado con el ingenio?". Si bien, la conversación académica giro en tono filosófico, yo lo trasladé hacia el aula, hacia el alumno y el profesor.
Me dí cuenta que usar la inteligencia lúdica y proponer la neuroeducación, es una manera de incentivar el ingenio.
Es prudente, mencionar que para mí el ingenio es una cualidad, es un atributo que se puede ir perfeccionando y que consiste en la capacidad natural que tenemos para mostrar aptitudes creativas, usar la imaginación y la fantasía solucionando retos, desafíos que se le presenten usando los conocimientos previos y los recursos personales, sociales y materiales varios con que disponga.
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Foto propia.
Actividad sobre Elaboración de Productos creativos. Asignatura: Taller de la Creatividad.
Docente a cargo: María Eugenia Ramírez. Diseñadora didáctica: Patricia Adriana Hernández
El ingenioso conoce la frustración, se entrena en fracasos porque cada uno le lleva a un aprendizaje y a la composición de una mejor y más certera respuesta.
El ingenioso no espera verdades eternas, se mueve en incertidumbres. Porque el no saber es el pretexto idóneo de seguir aprendiendo.
El ingenio contiene talento, inventiva, originalidad, placer y juego. Hay lúdica en en la inteligencia que proyecta y evidencia.
Me pregunto entonces, ¿Por qué no promover estudiantes ingeniosos?, le apostamos en la mayoría de los casos a alumnos eruditos, expertos en la técnica. Pero, ¿Es válido no ayudarle a tener más libertad de sí?
Me refiero a que podemos proponer actividades que le guían hacia su libertad de pensamiento, sentimiento y decisión. 
Somos guías , cómplices en el recorrido del aprendizaje del alumnado. Sin embargo, a veces queremos ser el único faro de luz para ellos, y ellos ya tienen el sol dentro.
Dejemos que brille su estrella, que nos sorprendan y se reconozcan en sus múltiples capacidades así como áreas de oportunidad y debilidades.
He planeado unas clases en universidad desde la inteligencia lúdica (subiré las mismas conforme se vayan desarrollando y realizando), las cuales concatené con la parte teórica del programa porque es vital seguir el programa de estudios para encaminarlos hacia el logro de sus competencias en el perfil de egreso ya diseñado por la universidad. En eso, estoy totalmente de acuerdo; lo que yo hago es jugar con los ¿Cómo pueden aprender mejor?, ¿Cómo puedo enseñar con mayor eficiencia?, ¿Cómo puedo promover sus competencias profesionales y genéricas y cuál sería la más óptima evaluación de las mismas?
Esta reflexión sobre mi práctica profesional me enciende el alma como luces de bengala, me siento motivada, me lleno de pasión. Me imagino que los que amamos la Pedagogía, la Psicología, la Neuroeducación y la Inteligencia Lúdica me podrán entender muy bien.
Como diseñadora didáctica es un punto medular ser un caos de ideas, y luego irles dando forma, hasta que se creen las situaciones y secuencias didácticas que serán el hilo conductor en la tarea pedagógica. 
Al termino de esta reflexión les dejo la invitación de ser más ingeniosos, de incentivar en sus grupos de alumnos más: " Eugenias y Eugenios que no sin ser genios tengan y usen su ingenio"