Desde una visión etérea, hoy hago contacto con la fabulosa idea de seguir como aprendiz de maga, y que mejor que contactando en palabras con las hadas, esas criaturas maravillosas, fascinantes, que de la naturaleza son protectoras y amantes. Dándole un toque mexicano con el díagrafo "Ch", que hace de mi lengua natal un sonoro lenguaje colorido, expresivo y singular. Además se hace presente como en todo diálogo mexicano amoroso el uso del diminutivo.
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Ilustración de Dorothy Muriel Wheeler (1891–1966). Tomada de Pinterest, que lleva al link: http://alenquerensis.blogspot.com/2015/12/dorothy-muriel-wheeler-18911966.html?m=0 |
En el mundo Cha Cha Cha:
El hada Chispita
quiere un Chabacano con mielecita,
y un Churro de Chocolatito.
Todo en Chirrisquis, todo en Chiquito
porque no quiere parecer Chichicuilote.
El hada Chilindrina
no ha tenido Chance
de hacerse un Chongo trenzadito
se le ha ido el Chisguete de voz en la mañanita
cante, que cante sin Chivearse.
El hada Chabela
no para de Chillar
porque se enchiló con el Chile al cocinar
ahora un agüita con Chía ha de probar.
Autora: Patricia Adriana Hernández