Hoy se celebra el día internacional del libro. Me siento aludida, me siento de festejo.
Si mi alma tiene un tótem, ese sin duda es un libro. Entonces, felicidades a mi, y a todos los que como yo bebemos letras, comemos palabras, degustamos lenguas y lenguajes.
Mi alma de libro cuenta historias de abejas, de flores, de miel,
pero a veces también narra cuentos de brujas, espantos, llantos.
De tanto en tanto, se lee a si y se reescribe, usa papel o laptop,
hace cartas, poemarios, ensayos, disertaciones, reflexiones y conversaciones.
No deja del lado las pasiones, el placer, la carne, las pulsaciones,
entonces se vuelve novela pasional, juvenil, dramática, metafórica, de fantasía
se hace ficción y a veces autobiografía.
Se hace libro de fotos, cuando en selfies busca la autonomía de ser de sí, de hacerse a sí
de auto-conocerse.
Y así se hace cancionero y generalmente de noche
soy el libro que se mece a media voz, que canta lo que al corazón le encanta.
¿Y qué le encanta a mi corazón?
Transformarse en ciencia, amar lo que ama, amar el amor.
Escribirse con tintas de colores, tomar de musa la Pedagogía, la Psicología, la Educación.
Leer la vida, comprender como libro mi libre espíritu.
¡Soy un libro libre! ¿También lo eres tú?