Paz. Skarulupedagoga

Han pasado tantas cosas en estos meses, el mar de mi vida ha estado agitado y esta noche esta completamente devastado, triste y hasta la luna se ha ahogado en mi pesar, en esta tristeza que me envuelve el cuerpo, la mente, y me enfría el corazón, me entume el alma con un frío intenso que me duele.

Hoy hablaste lo que tenías que decir para que yo me convenciera que estoy haciéndote un mal.

Me dijiste que no tienes paz,  y eso es terrible, de imaginarlo siento un dolor por ti, y asumo mucho de mi responsabilidad por ello.

No has parado de pensar, y desafortunadamente los pensamientos son sobre los días de tu estadía aquí, que fue fea, porque al parecer hice y dije cosas que no borraras jamás. 

Se quedaron en ti como marcas, como cicatrices que cuando las miras, vuelves a sentirte mal. Y yo acepto que todo ya está mal, y me pesa que no puedas estar en paz, ni ser feliz, ni sentirte bien, creo que te sigo haciendo mal, y me duele ser la que ocasione tanta negatividad, pesimismo, apatía.

Yo no soy una mala persona y admito que me equivoqué en mi actuar, en no saber controlar mis emociones, pero eres tan frio a veces, tan distante que no termino de entender ¿Por qué me tienes que evaluar constantemente? Me refiero a eso que dices que tenemos que hablar de muchas cosas porque vivimos cosas malas y yo entiendo, que dudas de amarme, yo siento desde hace días que deseas ya dejarme y yo te voy a ayudar con eso.

Renuncio a amarte, renuncio a seguir torturándote.

Pienso que no te animas a decirlo directamente porque recién he perdido mi empleo, y como dices piensas y piensas y eso se suma al montón de cosas malas y feas que pasaste y pase, que pasamos juntos.

Hoy quise que vieras que confío en que si bien, no deseaba perder el empleo, tampoco es algo que me haga añicos porque tengo mi fe en que estaré bien, en que empezaré de nuevo.

Me pinto los ojos de nuevos bríos y optimismo, pero tú lo ves como algo muy malo que suma a lo que vivimos mal, y quizás me merezco todo este caos porque hice cosas, dije palabras que guardas en tu mente y corazón.

Solo que quiero que sepas, que yo no soy un monstruo como lo recuerdas, yo solo me sentí rebasada y quiero expresarlo aquí:

Yo deseaba que llegaras con ganas de mí, de mi cuerpo, de mi sexo porque habíamos vivido noches y días llenos de pasión por teléfono y a sentir que te frenaste por no tener preservativo, aún estando lejos de mí por año y medio me frustró porque sentí que no me ves como una novia formal, sino como una aventura ocasional o algo menos tal vez.

Luego, dijiste lo de los bebés, juro por mi papá que no lo había pensado, no en ese momento, ni en los siguientes encuentros, pero es algo que no te pudiste quitar de la mente, esa angustia me rompía, me eclipsaba, me hacía sufrir. ¿Sabes? No es que yo quiera un bebé, es que yo quería una familia contigo, porque me siento enamorada, porque me gustas físicamente y me enamoré de ti completa y absolutamente. No es el bebé, es tener algo tuyo y mío, pero sobre todo tuyo, de ti, del único hombre que hasta ahora he amado. Pero, en más de una ocasión sentí que tú piensas que yo quiero "atraparte" , "cazarte" y no, no es así.

En este viaje íbamos a hablar, pero tenía miedo de corroborar que tienes miedo al compromiso conmigo, esperaba una petición de matrimonio tan romántica, tan sentimental y no lo pensaste nunca, no había anillo, no había palabras porque no lo deseas conmigo y eso me hiere, me duele. Yo soy una mujer muy cursi y pensé que ardías de amor por mí, pero tú conmigo no ardes de ninguna manera.

Me demostraste tu indiferencia al no poder estar conmigo sexualmente, pienso yo también en eso, no me deseas, no te gusto y no sientes las ganas, las fantasías, ni eres como con tus otros amores y amantes. Sencillamente no te llené para poder excitarte y eso me lastimó tantas veces, y después cuando dijiste que es por las cosas que yo te dije cuando me sentí herida, me sentí tan culpable, me sentí tan mal y luego lo reafirmas diciendo que todo eso se te grabó y a mí se me grabó el miedo de nunca ser suficiente de no ser la gran puta que deseas. Sexualmente varias veces sentí que lo único que deseabas era imaginar que estabas con tus exs, por eso insistir e insistir en las posiciones que a ellas les gustaban, y yo por mi torpe inexperiencia no he practicado y no me salen y pasó de ser una fantasía excitante, a ser un continuo compararme. Y eso me duele, me duele de verdad.

Duele que no hayas podido complacerme tantas veces, porque sencillamente no pudiste, y no quisiste.

Todo eso, hace que hoy que dijiste que no estás en paz, que piensas y piensas desde hace días, yo sé que todo se fue al diablo, que me equivoqué y lo lamento.

Quería un amor bonito, un amor que me llenará la vida, sea mucha o poca la que me reste, quería vivirla contigo y pensé que podríamos, porque cuando hablamos sentí que me amabas, pero pones tantas barreras, tantos frenos, yo no entiendo ¿Por qué a veces eres así de frío, de distante? Me hacía ilusión vernos paseando  por pueblos mágicos, ver las auroras boreales juntos, tú y yo, porque yo te amo ti antes que a un bebé, quiero que lo sepas, yo me enamoré de ti, de ti solito porque reconozco que cuando me besas siento que me amas, que te sentí cercano a mi alma, a mi mente y eso me hacía feliz, pero de pronto algo pasa y mides el amor que me das, siempre tan cauteloso de no desbordarte, de que yo me asegure que tienes total control de este amor, y para muestra este día que me dijiste:que extrañas cosas, pero no dices: TE EXTRAÑO A TI, QUIERO ESTAR CONTIGO, QUIERO VIVIR CONTIGO, SER PAREJA, Y LUEGO SER Y HACER FAMILIA JUNTOS. 

No lo dices porque no lo quieres, y yo ya no resisto más, estoy muy triste porque no sé dónde estoy parada, ni hacia dónde voy. Quiero certezas y contigo la certeza es que te amé, y lo intenté, ¿Sabes? Cuando mencioné seguir con los bolíahorros y me dijiste que no, que luego lo hablamos sentí que ahí me estabas diciendo que no, que no querías compromiso conmigo y me dolió porque siento que estoy mendigando un amor de alguien que a todas luces me demuestra que no soy ni seré su amor, su pinche gran amor.

Y te dejo ir, para que seas feliz, para que tengas paz, para que ya no pienses más. 

Yo ya no voy a escribir de ti, y saldré adelante. Siempre lo hago y sé que seremos felices, porque ninguno es mala persona simplemente no se pudo dar el amor recíproco y ni modo, la vida es así y así hay que vivirla.

Dios te bendiga siempre, y te de una larga vida feliz, con alguien que sí sea buena y como dices;  congruente. Yo yo solo soy un corazón grande que aunque la cagó mil y un veces, siempre te amó, siempre, siempre aceptó tu manera de ser porque supo enamorarse de ti.

Quizás somos personas puente, y nuestros grandes amores estén ahí, esperando que los veamos, que empecemos de nuevo.

Yo te dejo libre de mí, de mi agobiante presencia, de mis preguntas sobre ti y tu bienestar, pero sobre todo te dejo libre para que tengas paz.

Atentamente:

Patricia Adriana Hernández.