Siempre me he vivido tranquila, y he buscado (aunque a veces con dificultad) la paz, el bienestar para mí, para los míos. Me gusta sentirme bien ¿A quién no? y busco que los míos, los que habitan mi corazón sean felices y se sientan bien con mi compañía, conmigo en sus vidas.
Porque es afán mío retribuir, el tiempo que me dan y las alegrías que suman a mi existencia.
Y ahora, que estamos en tiempo de pandemia, siento que a veces he flaqueado en ello porque de pronto me desespero, sobre todo con mi chico guapo, por la distancia, por el tiempo, por todo aquello que no depende ni de él ni de mí. Sin embargo, hay factores que sí podemos decidir y no lo hacemos, quizás sea porque esperamos el encuentro en vivo, hay dos posibilidades eso lo sé, lo que no sé es cuál camino tomaré, tomaremos como pareja.
En fin, lo único real es que me siento contenta de verle, de amarle "en vivo", y tengo toda la intención de vivir unos días maravillosos y llenos de lo que poseo para mi Papi, que es amor, mucho amor.
Le consiento con tal adoración, porque él me hace sentir mejor cada día y desde ya agradezco a Dios porque pudimos hacer el plan y llevar la primera parte a cabo. La segunda parte, ya estamos en ello y trato de que la logística este lista el domingo de esta semana, porque me gusta tener todo en orden y con suficiente holgura.
Me gusta sentir esta emoción, hace ya más de un año que no nos vemos y siento un nervio por lo mismo, que es justamente porque le amo tanto, le deseo tanto.
Dejaré que el verano se vista de fiesta, de algarabía, de bienestar. Eso es lo que corresponde, y es sinceramente lo que deseo sentir y vivir, lo demás llegará, y se hará lo que se deba hacer, mientras tanto disfrutaré el tiempo de amor que siento aquí y ahora, ya habrá mañanas de memorias, hoy hay presente de planes y amores.
Dios nos permita amarnos mucho, bien y bonito, y sea yo capaz de sentir y expresar lo que bello que siento en mi cocorito y pueda él también ser expresivo, seamos los dos como chiquillos enamorados, como adultos apasionados, como pareja fortalecida y cimentada.
Me siento profundamente afortunada, enamorada y eso es lo de hoy, justo en este instante.
Dejaré que mi verano se vista de él, se vista de sus besos sabor a miel, dejaré que llueva sobre mí su paciencia, su ternura, y permitiré que sus brazos me abracen sin soltarme, sus besos me llenen la piel y su pasión penetre mi alma, me mente y todo mi ser.
Qué así sea entonces, a vivir justito este momentito con el corazón ilusionado, latiendo bien bonito.
Atentamente:
Patricia Adriana Hernández.