Hoy no sé de cierto nada,
si lo quiero o no lo quiero,
si mi deseo podrá borrar el miedo
a que todo cambié,
porque siento y me llega
que yo cambiaré por dentro.
No sé de cierto,
si valdrá la pena cumplir esa fantasía
a costa de mí, y es que el deseo ciega
cuando me imagino y le imagino
y me pongo a mil,
esos arrebatos que nublan el juicio
que quitan la razón,
pero luego, ya en la calma
vuelve el pensamiento
y me da vueltas la idea que resulta
todo tan extraño
no me salen las cuentas,
no me cuadran las palabras
y dudo, dudo de todo
hasta de mí con este afán
de sentir y no pensar.
Atentamente:
Patricia Adriana