Papito mío:
Hay algo que me das de manera constante
y me agrada bastante, que es tu integridad.
Ese pensar, sentir y actuar
buscando que estemos bien y mejor
cada día, cada noche.
Y desde el amanecer lo que de ti recibo
es la suma de acciones
que envuelven tu ser,
tu alma fresca y a menudo ocupada
en sabernos querer.
A los dos, a ti, a mí a la relación
que construimos y fortalecemos
con los diálogos, con las discusiones,
que pueden ser duras, críticas, complejas
siempre -hasta la fecha- han sido eslabones de unión
piedras que cimientan la base de este amor.
Porque nada ha sido capaz de quebrar
lo que sentimos, así los dos juntos.
Al contrario nos hemos crecido
¿Lo has notado vida mía?
Hemos sido como el mar, somos como el océano
con un mar a veces en calma, a veces embravecido
a veces con olas que arrebatan la cordura
y nos hacen maremotos de placer y de gozo,
porque hacemos el amor,
¿Sabes? Qué bonito fue que lo dijeras ayer,
varias veces lo repetiste y me gustó,
me gusta, me llena el corazón y me tirita en el alma
qué bello se lee y más aún se escucha: "hacemos el amor".
Y sí lo hacemos con risas, con sonrisas también,
con paz y bienestar, con serenidad,
cuando como ayer procuras mi salud, la tuya
y por ende, la nuestra y fortaleces así
la visión que estamos forjando de ser y hacernos en pareja.
Te amo mucho mi Papito,
mucho, mucho.
Atentamente:
Tu Pata, tu Adri, tu mami.