Curarse con viento. Paola Klug

Leí esto y me parece tan hermoso, el viento siempre me ha gustado, me gusta su sensación, llena todo y recubre mi cuerpo.
Es bello pensar que ese viento ha viajado por todo el planeta y trae en sí tantas historias, tantas palabras, entre risas y lágrimas, es testigo de amores y desamores.
El viento nos conoce, nos lleva y nos trae con él.
Entonces, esta propuesta de curar el alma y el espíritu a través de él, es una forma de redescubrirnos cómplices de la naturaleza.
¡Qué le disfruten!
Paz y bien en todos los corazones que tengan amor y fe.

Todos los derechos de la imagen le pertenecen al creador de la misma.
Imagen tomada de Pinterest que lleva al link:
https://www.flickr.com/photos/manikol/15088731411


Curarse con viento.


Deja que la madre se lleve ese sentir, esa energía que deseas desechar, observa como es absorbida y como se regenera en ella. Como el núcleo de nuestra querida Gaia nos colma de energía nueva y vital.

Sube a un lugar elevado, ve al campo… Si esto no es posible a tu azotea, a un lugar donde puedas estar en contacto directo con el elemento AIRE y cuando estés allí, fuera de tu campo de visión habitual, de tu ensimismamiento y dejes de mirar-sentir desde tu ego herido solo basta dejarse abrazar por el viento; puedes hablar con él o simplemente dejar que se lleve todo aquello que ya no deseas en tu vida, tu cuerpo sabrá lo que debe hacer pues la cura de los “males modernos” viene en tu memoria genética, lo demás es cosa del viento.

Visualiza como el viento, nuestro hermano Aire se lleva todo aquello que en estos momentos deseas arrastras y lo lleva consigo hasta los confines del Universo.

La otra cura es con la TIERRA, pies descalzos y ambas manos metidas en ella; ya que tus manos estén completamente cubiertas entrégale a la tierra lo que ya no quieres tener dentro de ti.

“Aún cuando hay dos formas naturales de “curarse” -y ambas han sido usadas por hombres y mujeres desde épocas inmemoriales- yo prefiero la cura con viento.

La naturaleza siempre ocupó un lugar primordial y sagrado para las culturas ancestrales.

Prefiero bañarme de viento que consumir un antidepresivo porque no se trata de dormir las emociones negativas sino de dejarlas ir…

Las mujeres somos vientos y así como hay cuatro vientos (norte, sur, este y oeste) hay cuatro tipos de mujeres.

Yo digo que hay Mujeres que llevamos los Cuatro Vientos dentro…

“Paola Klug (modificado por Belesia).