No me gustó la forma en que actué,
ni las palabras que dije,
ni la forma en que respondiste.
No me gustó lo fácil que fue exaltarnos,
ir de cero a cien,
en segundos decir y hacer
lo que no esta bien.
Me duele, que no pudimos entendernos.
Parece que hablo en chino,
parece que no me escuchas
parece que tampoco te leo
lo que me quieres decir.
Hoy nos dijimos palabras hirientes
y eso me asusta y me entristece
porque este amor ha sido tan bonito
de muchas maneras me ha fortalecido y bendecido
me he vivido tan bien,
que ver con pesar que llevamos días mal
me duele hasta llorar.
Y es que no estamos bien, si basta algo
para que se active el mal humor,
y las defensas, porque eso hicimos:
defendernos uno del otro,
como si estuviéramos en guerra.
Me espanta la idea que sigamos así,
que vayamos empeorando,
de por sí estamos lejos, y sumar malos ratos,
malos tratos, malo todo,
qué dolor me da, como este que hoy traigo.
Estoy tan abatida y carente de alegría.
No me alcanza la voluntad de amar,
porque no sé si sea capaz de sobrellevar estos bajones
estos estira y afloja emocionales.
Lo único que sé es que no me gusto como fui,
como fuiste y como fuimos,
no me gusto no ser capaz de retomar y decir:
No pasa nada amor, todo esta bien mi guapo.
Retomar la conversación y decirte que amo
que te sientas productivo, que trabajes y hagas tus planes
porque tienes un mundo aparte de mí,
que intento apoyarte, darte de mi temple
para que salgas adelante
y que me disculparas por ocupar un mensaje de voz
diciendo buenas noches, porque como dices
no tienes porque darlo,
pero también pensé y pienso
que tampoco tengo porque esperarlo.
He decidido replantear la manera
en que tengo el vínculo contigo,
hacerlo desde la emancipación afectiva y emocional.
No espero nada de ti, Tampoco esperes nada de mí.
Ahora me siento ofendida por ti y por mí,
me siento avergonzada por lo tonta que soy
por lo impulsiva que actúo,
porque eres tan duro y frío
porque siempre pido lo que no estás en capacidad de dar.
Y eso no está bien, el amor no es así,
el amor es lo que sucede cuando no estamos mal.
Eso es el amor que me gusta recibir y sobretodo
el que me gusta dar y sentir en mi alma,
mente y cuerpo, amor bonito,
amor que me trae paz y bienestar.
Atentamente:
Patricia Adriana Hernández.