Las palabras hacen nido en la mente,
se quedan ahí por días, por noches
y uno les da vueltas y vueltas
uno así como yo, que soy una mujer
que gusta de analizar cuando algo me conmueve.
Y en este caso, me siento conmovida
en un dinamismo de emociones fluctuantes y melancólicas
que caen poco a poco en la solicitud que ahora expreso:
"Yo te invito a que seas más racional,
yo aspiro recibir un amor inteligente,
porque ya no está bien que todo te afecte,
que seas tan sentimental,
que cuestiones tan absurdas te hieran,
te pongan triste o te hagan sentir mal.
Eso ya no va, esos son berrinches,
y ya tenemos nuestros años,
yo te invito a que lo pienses
porque eso me explota la cabeza
y no me gusta, me molesta".
Palabras más, palabras menos
La idea central es esa: Ser una mujer racional
que te brinde un amor inteligente.
En primera, me quedé en shock
porque antes me habías dicho tanto de mí
que fue un discurso donde yo soy
lo contrario a lo que aspiraría ser
y en mi tonta vanidad sentía que era una pareja
latosa, pero amorosa
mamona, pero solidaria
Volátil, pero no insoportable,
pero, me abriste los ojos y me vi
a través de los tuyos,
a través de tu lenguaje que fue de tan claro
frío y duro, aunque preciso y conciso
Es importante la honestidad,
y supongo que ya lo tenías guardado
y hallaste a modo la oportunidad.
Yo agradezco el espejeo,
pero, no acepto que solo sea yo
la que cometo errores
la que se equivoca, la que no es "perfecta"
la diferencia es que yo veo en ti
cuestiones que tienes y no las menciono
porque pienso, él es así, y
¿Cómo amar a alguien, si lo que quieres es cambiarlo?
No digo que no se pueda mejorar,
claro que sí, yo pienso que los grandes cambios
son graduales, lentos pero constantes
y nacen del amor, y hacia el amor
pero, se acompañan de amor y no de reproche
pedir el cambio desde el reproche y la culpa
desde la señalización, es punitivo
es un trato de no apoyarse en crecimiento,
yo veo en ti debilidades
que no te las diré porque no quiero
que sea un "yo soy y tú eres,
un dime y direte, sobre quién es peor".
Eso es triste y estúpido.
Mejor me doy cuenta que tengo errores
que se magnifican porque hay grietas que están goteando
y dejan la piel expuesta.
A la intemperie y al polvo.
Así entonces, con la solicitud
que no se si pueda de un "jalón"
si acaso iré de a poco,
de a poco encontrando todo lo que perdí
y que aún soy.
Atentamente:
Patricia Adriana Hernández