Entre las piernas y la mente. Skarulupedagoga

Mi chico guapo, 

cada palabra, cada anhelo,

se graba bien adentro,

y me mueve la sensación

de ser solo tuya,

de ser de ti, con la piel,

el cuerpo.

Palabras que forman promesas

de acciones, de encuentros,

donde lo que se desea,

se forma como un reto,

una travesura, un yo también lo quiero.

Somos cómplices, 

somos equipo, somos ojos y oídos,

somos lengua, brazos, piernas

somos sexo, humedad, temblor

placeres y orgasmos,

que me llenan la boca,

que me mojan los labios,

y se abren como flor en primavera

apenas escuchan lo que nombras,

esas frases, esas palabras y esa confianza

que me tiene loca, que me tiene en guardia,

en baja guardia, en las alturas, en las profundidades,

porque contigo soy todo, soy nada,

me llenas, me vacías, me subes y me bajas,

me haces sentir mujer, me complementas

y eso jamás nadie lo supo hacer.

Comprender como soy y quién soy,

mis gustos y aficiones,

mis secretos, mi talón de Aquiles,

y usarlo como impulso, motivarme a hacer de lo mío

el sello de nuestra unión.

Y es que eres mi rey, mi vida, mi todo,

como no querer hacer que tu carne tiemble de ganas,

que te estremezcas de placer, de sentir

que puedo y quiero complacer tus instintos,

ese lado viril y cabrón,

ese lado salvaje que se mezcla con lo tierno,

en un vaivén perfecto, entre el antes, el durante y el después.

y el post-coito donde hablamos y reímos,

donde nos decimos esas cositas ricas 

que nos guardamos de todos los amigos y conocidos,

porque tú y yo tenemos un espacio

que es nuestro, que sirve de juego, que sirve de puente

para hacer realidad lo que uno espera del otro

del cuerpo del otro, este cuerpo mío

que es tuyo y solo de ti.

¿Lo sabes, a qué sí?

Haz lo que gustes, que yo haré lo propio

porque eres mío, completito mío.

Siempre y más cuando somos ese lado caliente

que tenemos entre las piernas y en la mente.

Te deseo hoy, mañana, siempre.

Tu Adri.