Este texto me encantó, porque refleja mucho de lo que pasa en el corazón de una mujer. Cuando hay una grieta cualquiera puede entrar ahí y empezar a meter su propia esencia. Ese que pasa de ser cualquiera a ser alguien constante y que está al pendiente, que manda detalles digitales, que pregunta sobre nuestros intereses y se empeña en hacer de los días muchas sonrisas porque está ahí, mirando que se necesita. Y entonces, ofrece compañía y cuidado, y bromas y memes, y mensajes, y etiquetas y hace planes dónde te incluye sin que tenga que hacerlo. Y dice frases cursis que roba de libros y uno sabe que es una buena persona, que es un buen amigo, y uno empieza a agradecer a Dios que te mande a alguien que te ayude a sentirte bien, que te ayude a valorarte de punta a punta. Uno no tiene más que decir gracias por todo lo que hace otro a cambio de nada. Salvo amistad y tiempo, pero el tiempo es mutuo porque también lo invierte en ti y eso es un gesto invaluable.
Y uno agradece a Dios que cuando uno se siente triste y decaída, mandé a alguien para que te valores y te des cuenta que vales oro y eres un maravilloso desastre.
Foto propia.
CUÍDALA DEL VERDADERO ENEMIGO.
Cuídala...
Pero no la cuides del amigo que la piropea... ese no es el enemigo.
No la cuides del compañero que la invita a salir... ese no es el enemigo.
No la cuides del vecino que le echa piropos... ese no es el enemigo
Y menos aún la cuides de un desconocido que le envía detalles... ellos no son el enemigo.
Las mujeres se enamoran y son leales.
Son leales a la persona que con esfuerzo y dedicación se ganó su corazón.
Son leales a la persona que día a día le quito los miedos y le brindo paz.
Cuídala, cuídala bien pero del verdadero enemigo... y ese enemigo así te duela, ¡eres tú!
Si, tú. Eres el único que puede hacer que día a día ella pierda esa admiración por ti, que día a día sienta que le está siendo leal a una persona que no merece su lealtad.
El único enemigo que tienes eres tú mismo.
Si temes que alguien le hable bonito... háblale más bonito tú.
Si temes que alguien le regale flores... llévale tú unas más lindas.
No te escudes en qué hay otros con más dinero, con mejor estatus social o son más detallistas. Porque ella se enamoró de ti con lo que tienes así que si realmente quieres cuidarla, cuídala de ti mismo, cuídala de que no llore por algo que tenga que ver contigo, cuídala de que no se sienta sola ¡NUNCA! Y sobre todo... cuídala de las mentiras, la confianza nunca se recupera del todo.
Cuídala ahora que la tienes, que cuando la pierdas vas a querer haberla cuidado mejor y créeme que será bastante tarde.
Autor Desconocido.