Papito de mis amores:
Una de las cuestiones más bonitas que puede dar un noviazgo es el aprendizaje.
Aprender de tu novio como pareja, es un gozo y no todos tienen ese lujo.
Yo lo tengo y me siento afortunada de ello,
hoy quiero agradecer a Dios, a la vida y a ti mi chico guapo lo que estoy aprendiendo
y lo escribo en acción continua porque aprender es un acto diario.
¿Qué he aprendido?
He aquí una breve lista de ello, entiendo que no todo lo que se enlista
es lo único que me brinda, y no por no mencionarlo me importa menos.
Solo son detalles mucho más constantes:
Aprendo:
Paciencia para aceptar el marchar del tiempo,
Determinación para ser como se es.
Relajación para disfrutar el hoy por el hoy.
Amistad porque sabes estar cuando te buscan.
Lealtad porque sabes entregarte a tu familia y afectos.
Disciplina para concretar los planes siguiendo una logística.
Templanza porque sabes actuar con mesura en -casi- todas las circunstancias.
Compromiso porque estás al cien por ciento cuando amas.
Ternura porque usas conmigo esas palabras cariñosas que encantan.
Buen humor con tus anécdotas e imitaciones de monólogos de Franco.
Voluntad porque cuidas tu salud y procuras la de los tuyos.
Olvido porque contemplas lo que debe quedarse atrás y lo que debe continuar en la memoria.
Pasión porque me enseñas a amar lo que soy y lo que somos juntos.
Intimidad cuando me comunicas lo que haces, lo que ves, lo que piensas.
Amor, porque me muestras maneras de darme amor que son bellas y distintas a las que yo te doy.
Te amo mucho mi guapo, y disfruto hondamente el placer de enamorarme de ti
en todas sus fases, y etapas, pido a Dios sigamos así,
juntos y de la mano, juntos y esperando, juntos y logrando
todos esos sueños que albergo en mi alma y que solo quiero vivir contigo.
Abrázame siempre amor mío.
Atentamente:
Tu Adri, tu mami.
Patricia Adriana Hernández,