Te amo mucho Papi,
te amo mucho, mucho, mucho.
Ya no lloro Papito mío,
me siento triste pero más tranquila,
me alcanza la serenidad para bendecir tu vida
y desearte a través de la distancia
las buenas noches,
el beso dulce y un amoroso: descansa.
Quizás este por aquí mañana
buscando las palabras
para que sepas que aunque no estés
yo te guardo en el timo
y así será un tiempo, me imagino.
Ese tiempo, será el que escriba
sobre tu amor en el amor mío,
sobre el amor mío en tus amores guapo mío.
Y ya no serás mío, no termina de gustarme
la idea de no tenerte, menos aún
que no me tengas, que no quieras de mí
ser ya el Papito mío.
Mi chico guapo, mi compañero de equipo team,
el amor de mis amores,
vida de mi vida y cocorito mío, mío.
No me alcanzan las letras para decirte
que el pensarlo me duele y me pone triste
pero, este amor, este amor hoy esta aquí.
Yo te amo mucho, mucho, mucho
tengo tanto de ti en mí
que de tus amores estoy llena
esta noche, me abrazo a ese amor
para no llorar más y tratar de entender
que debo agradecer lo que tuvimos aunque ya no estés.
Atentamente:
Patricia Adriana Hernández.