¿Me dejas amarte? Iván Ferreiro y Sidecars

En medio de la elaboración de mi tarea, me doy una pausa y regreso a escribir, a compartir un poema que es de por sí bello, pero cuando un poema te lleva a una persona, te lleva a un sentimiento, se hace precioso, se hace vivo, se hace maravilla.
Así me pasó a mí, al leerlo me hace pensar y sentir en mi chico guapo.
Gusto de amarlo, gusto de que me permita amarlo.
Amar es natural, es una condición que tenemos casi como un factor cultural y emocional propio de nuestra esencia humana, sentimos y esa gama de sentimientos, tiene origen en las emociones y en ellas está el amor, que está lleno de hormonas, de química cerebral, pero también está lleno de contexto sociocultural.
En ese sentido, creo que la mayoría somos capaces de amar, pero permitir que el otro nos ame, dejarnos amar, es una tarea ingente, es un reto, es renunciar al confort de ser solo uno, es renunciar al egoísmo, a nuestro narcisismo, porque implica conectar con el otro, dejar que entre en nosotros, en nuestro mundo psíquico, emocional, físico, social, personal. Es abrirle puertas y ventanas para que nos mire, para que nos conozca, es ser vulnerables porque le dejamos pasar a todos nuestros rincones y huecos, puede ver lo que fuimos, lo que somos y ayudará a  lo que seremos.
Me siento emocionada y agradecida de amar a mi compañero de equipo, y que el me ame, que nos permitamos los dos amarnos, ser y estar como novios, como pareja, como amigos, amantes, compañeros. 
Qué fortuna y qué gozo coincidir en estos amores, que me tienen enamorada, ilusionada y feliz.
Hoy me siento contenta de sentir que somos dos que se aman, dos que están juntos y piden lo mismo en su oración.
Dios escuche nuestras plegarias de amor.

Espero que les guste el poema que les comparto.
Buenas noches, desde este lado del mundo.
Paz y bien para todos y todas.

 
Escultura de Yves Pires. 
Imagen tomada de Pinterest que lleva al link:
https://www.bloglovin.com/blogs/galeria-de-arte-cristina-faleroni-5685583/yves-pires-2032173203


Y qué si sentimos la necesidad de amar, de ser amantes.
Y qué si admitimos que nuestro corazón aprendió que anidar en otro da calidez en días fríos.
Y qué si volvemos a ser niños y queremos sin pensar.
Por el solo hecho de amar...
Y qué si la pregunta no es ¿Me amarás?, 
sino ¿Me dejas amarte?
Y que pase lo que tenga que pasar.

Texto: Iván Ferreiro y Sidecars.