Hay miedos que tengo,
uno de ellos es ser vulnerable,
sentirme pequeña, indefensa y frágil,
que otro sepa que puede romperme.
Me cuenta entonces, pedir ayuda,
me cuesta entonces, ser más afectuosa,
ya sabes dar abrazos, besos, intimar
ser más empática y más sociable.
Cierro mis afectos porque no quiero
que entren y tener que repartir
lo que de por sí siento que es poco
poco lo que doy en cariño, cuidado,
atención y amor,
Tengo poco pero es de todo corazón.
Y ese poco lo reservo para casi nadie,
porque mis amores son selectos,
y es que entre más gente más expuesta me siento
expuesta a las penas, a las insatisfacciones
a las frustraciones, a las amarguras.
Sin embargo, el miedo que siento
contigo se ahuyenta.
¿Lo notas vida mía?
¿Has caído en cuenta?
Contigo soy vulnerable, me doy expuesta
porque soy yo misma alegre, triste, enojada, seria
entusiasmada, risueña, coqueta, pasional, profesional,
conoces a la hija, a la amiga, a la hermana
a la pedagoga, a la maestra, a la novia,
a la compañera, a la amante, a la mujer.
¿Qué no has visto de mí?
Si todo lo muestro ante ti
y soy feliz de que sepas que soy un tornasol,
que quisiera guardar una aurora boreal
en lo profundo de su corazón
y que se escuche de fondo "Nuvele Bianche"
y así podrías ver el color de mi alma
la canción que tatarea en su recorrido
toda mi roja y emocional sangre.
Atentamente:
Patricia Adriana Hernández