Carta dos: ¿Por qué uno debe renunciar a quién ama? Skarulupedagoga

Mi guapo: 

Hace tiempo que no sentía tanto frío, tengo escalofríos en todo el cuerpo, sigo llorando, sigo sintiendo triste el alma, me siento llenita de sentimiento.

No puedo negar que te amo con todo mi ser, que me estremezco de miedo de pensar que no estarás en mi vida ni yo en la tuya , que ya no somos, que no seremos, que no fuimos realidad en esos sueños que me tejí a lo largo de dos años.

Y ahora hago una suma de momentos mágicos, sublimes, perfectos.

Son muchos, unos en vivo y a todo color, otros más por whatsApp, otros muchos en llamadas que me cobijaban las madrugadas.

Esa voz tuya que me late en la sangre, es como si pulsaras dentro de mí, soy tus letras, tus canciones, tus palabras, tus chistes, tus anécdotas, esas imitaciones que me hacían reír.

Y es que las sonrisas que me dibujaste, me hicieron sentir la mujer más querida y apreciada, y yo correspondía con mi manera de darme a ti, con todo, siendo y estando porque me gustaba ser de manera simbólica tu refugio y tu sostén.

Me gustaba pensar que yo contribuía a tu bienestar, que yo te ayudaba a crecer, a prosperar como persona, como hombre, como ser humano. Y que supieras que en todo el planeta no había nadie a quién yo valorará ni admirará más.

Siempre te he visto hacia arriba, he cuidado en mis posibilidades tu orgullo como hombre, y he tratado de ser digna en tus amores. 

Lamentablemente uno no siempre sabe como amar al otro, hoy dijiste que no soy una niña, pero a lo mejor sí, soy inmadura, egoísta e infantil. A lo mejor no sé cómo enfrentar este penar de mi corazón, siento que se rompió y no tengo esperanza de un mañana, porque no me lo dices, no albergas en mí ningún compromiso, ningún porvenir.

Ahora mismo, entiendo que la prioridad es tu salud, es sobrevivir, tanto tú como yo y el planeta entero. Ser amantes de la vida en primer lugar, es lo importante que sanes, que mejores. Eso es lo que yo más anhelo. Porque amo tu bienestar, amo tu existencia porque saberte en este mundo es para mí lo más bonito, lo que me alienta.

Yo te amo, aunque sea un amor a distancia, aunque sea un amor que se quedará en un bonito y dulce recuerdo. Siempre le voy a agradecer a Dios que nos haya presentado, que hayamos coincidido, que nos haya conectado, dice la canción: Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir, coincidir que bello es, que maravilloso ha sido.

Me siento tan triste, tan abatida y melancólica. ¿Por qué uno debe renunciar a quién ama en pro de una realidad que sea eso, justamente, real?

¿Por qué debo dejarte ir si te estoy amando tanto?

Me siento desprotegida, vacía, triste, sola, con un dolor tan hondo que respiro y duele el pecho, porque ahí estás tú, todito tú.

Con esos ojitos que me llenan de sentimientos bonitos, con esa mirada que hace mucho no me mira, con esa figura que ya es más delgada, con esas manos que hace tanto no me han tocado, que no sé si recuerdan mi piel, con esa boca que guardo en mis anhelos, a veces creo que tengo tu sabor en mis propios labios.

Guardé de ti, cada instante, no solo cuando fui a verte, sino cuando hablamos, cuando nos comunicamos.

¿Volveré a amar así a alguien? ¿Saldrás de mí para que entre alguien más? No quisiera ser de nadie si soy tan de ti.

Eso me hace pensar que te volverás a enamorar y me duelen estos celos, pero luego me digo: Papi, debe ser feliz, merece también ser feliz, con alguien que le brinde su cercanía, su calor, y yo busco y deseo tanto, tanto que Dios te bendiga en amores y alegrías.

Hoy dijiste que he sido vil, que triste me he puesto. Uno, yo, deseo que seas siempre bien amado, bien cuidado, bien atendido, bien valorado, bien escuchado. Y deseo ser una novia que aporte , que sume bienestar en todos los sentidos, y si ahora seré tu ex novia, seré una ex que te desee lo mejor, aunque siempre esperé ser ella, o sea yo lo mejor para ti.

Te amo y me gustaría que pudieras sentir lo triste que es renunciar a ti. Ahora que estás enfermo, me gustaría en unas horas mandarte el mensaje de buenos días, y apapacharte, saber como estás mejorando. Cuidarte con mis maneras cursis y tiernas, abrazarte a mí, abrazarme a ti y sentir que somos dos, que somos equipo y saldremos de esta, que estaremos juntos pero no por una semana sino por todo lo que Dios provea de vida.

Pero, no será, no es, y hoy no dejo de llorar.

Atte: Patricia Adriana