La práctica de hacer regalos silenciosos. Desconocido.

No encontré el autor o autora de este texto, si alguien lo sabe y con gusto coloco los créditos correspondientes. En lo personal trato y procuro ir por la vida en paz, en no darle a otro poder sobre mis emociones y tener una mirada mucho más observadora en las acciones que otros tienen, porque uno actúa conforme es, conforme siente, conforme piensa.
Damos lo que tenemos, damos lo que somos.
En ese sentido, yo concuerdo con las premisas que a continuación se enuncian, y he decidido llevarlas a cabo, porque este mundo necesita amor, energía que transmute, energía de paz y buena voluntad.
No necesitamos decirlo en voz alta, solo hacerlo, eso ya es nuestra ganancia, ese aporte nos hace mejor ante nosotros mismos, sin aplausos o trofeos, solo con esa satisfacción de regalar aquello bonito que traemos dentro.
Abracemos la buena fe, Dios nos bendiga a todos.

Palabras d Dios para Jóvenes.
Todos los derechos de la imagen corresponden al creador de la misma.
Imagen tomada de Pinterest que lleva al link:
https://ampr64.tumblr.com/post/126527333156/que-la-huella-que-dejes-en-otros-sea-siempre-una

LA PRÁCTICA DE HACER REGALOS SILENCIOSOS  


Busca un lugar público, como una plaza, un parque, una estación, y colócate en un sitio que te permita observar a los paseantes discretamente. 

Déjate llevar por tu corazón, que él elija las personas a las que harás tu regalo anónimo y silencioso. 

Cuando veas pasar a alguien afectado por una dolencia, regálale buena salud en tu pensamiento.  

Si ves pasar a una persona abatida y triste, regálale paz y alegría.  

Si ves a un niño que llora, regálale un futuro hermoso.  

Si ves a alguien de gesto hosco y enojado, regálale amor y perdón.  

Y así, con todas las personas que se vayan cruzando en tu camino.  

Acoge a cada una de ellas en tu corazón por unos instantes y deséales lo mejor. 

Puede que jamás vuelvas a ver a ninguna de estas personas.  

Está bien que así sea; no necesitas ninguna confirmación, el amor nunca se impone, sencillamente se ofrece a quien tenga a bien recibirlo.