Parte de amar, es desear. Desear esa persona que nos motiva el cuerpo, que nos ayuda a comprender el lado erótico de la existencia, esa sensualidad que llevamos en nuestra piel, ese romance caliente que se vibra en nuestra mirada.
Porque el sexo es divino, es mágico, es fantástico, y si se combina con amor, es un éxtasis absoluto porque el cuerpo responde a aquellos latidos acelerados del corazón.
Y es una reacción natural, sentir ese anhelo de querer estar en contacto piel con piel, beso a beso con ese ser que nos hace la vida mejor, más bonita y sí, mucho más placentera.
Es fabuloso amar a alguien, amar y desearlo, amar con placer.
Yo me declaro fan de ese sentimiento, de esa emoción. Y por eso le escribí esto a mi chico guapo, a mi compañero de amores, a mi cómplice de vida.
Le amo y le deseo profundamente, bendigo nuestra esencia, porque hacer el amor es entrar en resonancia con los milagros más bellos del amor y del placer.
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Imagen tomada de Pinterest que lleva al link:
https://hipertextual.com/2016/08/fondos-de-pantalla-movil/amp
Te deseo tanto
que traigo el sol adentro,
estoy llena de tu calor
y de tu luz,
recuerdo tus besos,
tu cuerpo, tus caricias
y esa entrega que me hacía estrella
en el cielo de tu habitación.
Siento el sol que me calienta
el alma, el corazón, el sexo
y deseo abrigarme entre tus brazos
sentir encender mi piel
mirando tu desnudez
sentir que me haces girasol,
que me inundas de amor
todo mi planeta azul.
Autora: Patricia Adriana Hernández