Abracemos nuestra humanidad. Desconocido.

En estos tiempos de pandemia, hemos tenido que mostrar nuestra intimidad de casa hacia el exterior, en llamadas, vídeo llamadas, pues muchos estamos haciendo trabajo en casa y como nos dice el siguiente texto, nos sentimos avergonzados porque hay muchos factores que se suscitan a la vez, ruidos, imágenes, en fin. Y no, no debemos sentir esa vergüenza, pues somos humanos y lo humano no debe ser motivo de burla o enojo, hemos de comprender nuestra humanidad de persona a persona.

Imagen: Esencia Custome
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Cuando estoy en una llamada y aparece un hijo saludando o asomándose a ver quién hay detrás de la cámara, una mamá ofreciendo café o hablando con una tía por teléfono, o hasta un perro ladrando; y el dueño de esos sonidos pide perdón avergonzado, me siento avergonzado yo mismo; no por la interrupción, sino porque esa otra persona sienta esa presión. No deberíamos tener que disculparnos porque los hijos sean niños, porque las madres quieran estar presentes en nuestros días, o porque nuestro perro sea un perro. El teletrabajo abrió las puertas de nuestra casa, de nuestra humanidad, nos demuestra que por más que seamos profesionales, primero somos personas, hijos, padres. No nos disculpemos, demos la bienvenida con amor, abracemos nuestra humanidad. 

Autor desconocido