Aquí estoy después de que ayer fue un día de llanto, tristeza, ansiedad, miedo, incertidumbre. Porque me asaltaron, sí a mí también ya me tocó ser parte de la estadística.
Me siento y vivo con enojo hacia esos varones y he deseado cosas malas para ellos y sus próximas 13 generaciones, es lo mínimo que merecen.
Y a la vez estoy con pensamientos y sentimientos de agradecimiento porque Dios, Chuy y la Virgencita me protegieron.
Me siento bendecida por ello.
Debo dejar esta experiencia en el pasado y tratar de borrarla de mi mente, porque no puedo enfocarme en el pasado y debo hacer mis cosas sola como siempre.
Lo que me pesa enormemente dos cosas: Perder el celular porque por ese medio yo estoy en comunicación con mi chico guapo y mi mamá.
Y una estampita hermosa que me regaló mi suegra, con una oración que leía todos los días. Le tengo un cariño muy especial porque me la obsequio de muy lindo modo y con toda su energía bonita.
En fin, mi compañero de amores me dijo que me van a regalar otra.
Hoy solo empiezo este día pidiendo a Dios para no albergar odio ni miedo en mi corazón.
En un ratito saldré a caminar pero ahora lo haré dentro de mi cluster. Más vale prevenir que lamentar.
Dios me ayudará ¿Quién más?
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