Mirar hacia dentro de uno mismo, es hacer consciencia de quién soy, de lo que me hace ser cómo soy. Hay que devolvernos la mirada, y aunque se escribe y se dice fácil no es tarea sencilla, es algo complejo, profundo. Requiere práctica porque estamos en un contexto que nos invita a estar fuera de nosotros, a aislarnos y conocernos poco.
Conocerse a uno mismo, es algo que lleva mucho tiempo y jamás se acaba. Y en cuanto a las emociones que nos embargan, a mi en lo personal me cuesta mucho expresar mi enojo, mi frustración, mi melancolía, y enmascaro el llanto con la risa o la apatía. Porque no estoy acostumbrada a vivirme y sentirme frágil, vulnerable.
El texto que les comparto habla de ir hacia uno, y muestra el porqué de ello con una estupenda fábula.
¡Qué le disfruten!
Sean bendecidos con mucho amor para sí, desde sí y porque sí.
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Todos los derechos de la imagen le corresponden al creador de la misma. Imagen tomada de Pinterest que leva al link: https://www.etsy.com/es/listing/155482240/floral-anatomy-heart-print-of-watercolor |
Cuando te enojes, vuelve a ti mismo y cuida de tu ira. Y cuando alguien te haga sufrir, regresa a ti mismo y cuida de tu sufrimiento.
No digas ni hagas nada, porque cualquier cosa que digas o hagas en un estado de ira podría estropear más tu relación. La mayoría no lo hacemos, no queremos volver a nosotros mismos, sino perseguir a esa persona para castigarla.
Pero si tu casa se está incendiando, lo más urgente es volver a ella e intentar apagar el fuego, y no echar a correr detrás del que crees que la ha incendiado, porque si lo haces, tu casa se quemará mientras te dedicas a atraparle.
Autor: Thích Nhat Hạnh.