Raíces del árbol de mi paciencia, eso es lo que he estado pidiendo, hay días que son más sencillos que otros y otros que requiero más fuerza voluntad para seguir creyendo en lo que creo.
Paciencia para amar sin pretender, porque pretender es un juego de poder, un poder que en el fondo es querer tener un control y como es sabido nada que este fuera de mí puede ser controlado por mí.
Somos veletas con anhelos, con aspiraciones y sueños, y hemos de ir construyendo los deseos sobre la marcha de los vientos, que giran alrededor nuestro; podemos respirarlos pero al expirar los soltaremos. ¿qué quedará entonces? El respiro de cada momento, y eso es lo que vale la alegría, lo que debe ser más fuerte que la melancolía, ese ir y venir de suspiros que se guardan en los pulmones y luego salen en la voz con tonos de colores de acuerdo a las emociones que nos nacen dentro.
Así ando hoy, buscando en mis ancestros lo que hoy requiero.
Por ello, les comparto con gusto y afán este texto.
¡Dios nos conceda germinar la esperanza!
![]() |
Todos los derechos de la imagen le corresponden al creador de la misma. Imagen tomada de Pinterest que lleva al link: https://notsolostwanderer.tumblr.com/page/10 |
Si miras profundamente en la palma de tu mano,
verás a tus padres y a todas las generaciones de tus antepasados.
Todos ellos están vivos en este momento,
cada uno está presente en tu cuerpo,
tú eres la continuación de todos ellos.
Autor: Thich Nat Hanh