De buena gana. Skarulupedagoga

Amar a alguien es ante todo renunciación, renunciar al egoísmo, a la vanidad, a querer controla y manejar todo a voluntad. Es reiniciar una programación de actitudes que sean sanas, que construyan, que sumen esfuerzos y empeños por lograr que la mayoría del tiempo se estén forjando buenos recuerdos, que resten los malos momentos convirtiéndoles en aprendizajes para evitar desencuentros.
Amar es amor, amor es lo que yo tengo por mi compañero de equipo team de dos, por el amor de mis amores, el dueño absoluto de mi cocorito, el emisor de mis pensamientos.
Yo le amo, me siento enamorada y noche a noche rezo porque Dios me brinde entendimiento para hacer una relación bendecida, agradecida y motivada desde el amor, el afecto, la ternura, la pasión, la amistad, la camaradería. Entendimiento para ver mis yerros y aceptar cuando me equivoco, comprender cuando él haga algo que no me parezca bien y poderlo hablar, poderlo solucionar porque al inicio y al final es tan bonito lo nuestro que vale promocionar una vida juntos por 50 años, quizás un poco más como dice mi chico guapo.
Bendigo su vida, bendigo mi vida, bendigo nuestra vida como novios y como pareja, estoy llena de él y eso me mantiene viva, plena y contenta. Soy suya y no me avergüenza porque amarlo es lo mejor que me ha pasado y espero seguir comprendiendo que el amor es aceptar sonriendo que él es como es y yo soy como soy y en medio de nosotros Dios juntando nuestro amor.

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Imagen tomada de Pinterest que lleva al link:
https://es.aleteia.org/2015/09/08/la-necesidad-de-oracion-entre-las-parejas/


No es algo que este en mí,
uno es desde si,
porque el otro haga o diga.
Uno actúa según lo que ha aprendido,
los pasos recorridos
el amor recibido.
Desde adentro uno es,
lo de afuera solo refleja
aquello que construimos
entre el corazón y la cabeza.
No es extraño entonces,
que el lenguaje sea espejo
de nuestros silencios.
El que ama lo sabe porque observa
y lo que no se sabe se intuye
cada historia el amor respeta.
Aprender eso, el verdadero reto
aceptar con buena gana
la voluntad de que el otro sea
lo que es, como es y no como quiero que sea.
Autora: Patricia Adriana Hernández.