Ayer le hice un mala broma a mi chico guapo, me preguntó: ¿Me quieres? Y le dije: No sé.
Volvió a preguntar y le volvía responder lo mismo. Mal hecho, sentí su angustia y lo mal que se sintió por mi tonta respuesta.
Luego aclaré que le estaba haciendo padecer por maldosa y cuando volvió a preguntar, le aclaré con besos y apapachos cuánto lo adoro, le quiero, le deseo.
Es mi vida entera, mi mundo, mi mar, mi cielo, mi fuerza de gravedad, mi sol, mi brisa, mi fuego.
Es mi bendición y agradezco tanto a Dios que me presentó con mi compañero de equipo, para hacer mi vida mejor y más bonita.
Por ello, le escribí lo siguiente:
Todos los derechos de la imagen le corresponden al creador de la misma. Imagen tomada de Pinterest que lleva al link: https://i.pinimg.com/1200x/8e/a1/cc/8ea1cc45fc5e58a17ea98c6bf4b1f8b2.jpg |
Agradezco a Dios la buena fortuna de que me haya presentado contigo.
Todos esos pasos andados que me guiaron hacia ti,
qué milagro que podamos coincidir a pesar de tantos "peros,"
aquí me tienes dispuesta y atenta a tus amores, a ti.
Soy ofrenda de tu cariño, soy la luz que me das con tu cariño.
Soy el amor de tu amor, eres el amor del amor mío.
Todas las piezas de mi alma, se ordenan entre tus palabras
cuando me conversas y mis oídos escuchan tus anécdotas,
tus risas, tus monólogos y el silencio que me habita
se llena de ti, de tus colores, formas, esencias y sabores.
Yo me vivo plena de ti.
Me entiendes con paciencia y yo me pongo feliz
de que estás, de que existes, de que cuidas tu vida
esa vida que es vida mía, porque soy lo que me das
a manos llenas viertes en mi buena voluntad,
queriendo quieres, amando amas y yo aprendo
el significado de congruencia, de coherencia.
Porque de lo mejor que me has enseñado es que amar
es un verbo con múltiples significados,
es como una flor que es cada pétalo tiene verbos anidados:
tolerancia, prudencia, confianza, respeto
comunicación, lealtad, compromiso, responsabilidad
para cuidar, atender, procurar y preferirnos juntos
para ser compañeros, amigos, novios, amantes.
Gracias por abrirte siempre al diálogo,
por dejarte querer, por acurrucarme en tus brazos
abrazarte a mi también, por lo besos ricos,
por los tantos detalles y apapachos sabrosos.
por hacer de mi mundo un lugar habitable y bonito
por enseñarme a amar desde lo sano,
por amarme construyendo, por amar sonriendo.
Gracias por bendecir mi vida con el amor que tienes para conmigo.
Soy mejor ser humano desde que estás conmigo,
soy más mujer desde que me envolviste el cuerpo
con tus caricias y mimos, soy más tú cada noche
y tú eres más yo, cada día.
Te quiero mi chico guapo.
Autora: Patricia Adriana Hernández