Hay una página de Facebook muy bonita que se llama: Jo March. Se las recomiendo mucho, ahí encontré el siguiente escrito y desde mi pensar, todos en algún momento nos podemos identificar con el texto.
Porque a menudo lo no hablado, o lo hablado mal se hace nudo en la garganta, en la mirada, en el andar. Nudos que se enganchan en nuestra cotidianidad y se nos enredan en los pensamientos dando en algún momento arrebatos o apatías.
Lo importante es desatarlos poco a poco, no irlos dejando. Si no podemos solos o solas, apoyarnos en alguien que con su paciencia, con su amor, con su fe nos deje saber que podemos desanudarnos juntos.
Eso sí que es lindo, ser cómplice en la soltura del otro desde el alma, desde el amor, desde la fraternidad, siendo solidarios, amigos, compañeros, siendo humanos y cívicos. Siendo para el otro, estando para el otro.
Eso también pienso, lo hemos vivido de un modo u otro. Aprendamos a rememorarlo, porque es bello saber que hemos estado, que han estado para auxiliarnos.
Lean el texto y que les complazca.
Seamos luciérnagas en esta noche clara, con luvia, con viento, y un poco de frío, Combinación ¡mágica!
Sin duda noche de hadas, pero eso será otra historia, quizás mañana.
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| Todos los derechos de la imagen le corresponden al creador de la misma. Imagen tomada de Pinterest que lleva al link: https://knitdreams.tumblr.com/post/37308843874/creative-randomness-inallthingsbalance-knot |
Los nudos de las palabras no dichas.
Los nudos de nuestras inseguridades.
Los nudos de los errores cometidos.
Los nudos de las heridas recibidas.
En esta intrincada madeja solo tú,
puedes poner las manos
y con sencillez y paciencia
puedes desanudar la madeja.
Tomado de la serie: Que Dios nos ayude.
Leído en la página de Facebook: Jo March