Hoy después de unas vacaciones maravillosas regreso a escribir en este Blog, porque en realidad yo escribo en todos lados, incluso en el aire cuando no tengo tinta o papel.
Navegando en mi último día de descanso en el Facebook, me encontré este post que me ha encantado y con todo gusto lo comparto.
Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del espíritu divino.
Consérvalo sano; respétalo; estúdialo; concédele sus
derechos.
Henri Frederic Amiel
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| Todos los derechos de la imagen le corresponden al creador de la misma. Imagen tomada de la cuenta de Facebook: https://www.facebook.com/LaMujerLunar/photos/a.632285096799184/2834558506571821/?type=3&theater
La imagen y la frase me hizo sentir algunas emociones bellas que me he permitido sentir usando como puente mi cuerpo, su piel, sus terminaciones nerviosas que me dieron gozo y placer, en suma: Bienestar. Apoyada con un cómplice maravilloso que me hace despertar al ser amoroso, tierno y pasional que nace y se gesta en mí. ¡Gracias a la vida, gracias a Dios por presentarme ese ser humano maravilloso ante mis ojos!
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