Y así, sucesivamente al infinito. Skarulupedagoga.


Desde un ombligo de semana, que se me antoja con café y galletas, con un libro que hablé de un amor entre jardines, flores y semillas, con música ambiental de bossa o jazz. Me encuentro en la oficina haciendo de las palabras los botones de mi blusa, abronchando y desabrochando emociones.
No sé bien si estoy pensando, si estoy sintiendo, si son ambas cuestiones. Sólo sé que aquí está una cuenta numérica llena, llenita, repleta de amor. 
¡Hay que amar el amor, amando!
Foto propia. Skarulupedagoga

Hecha de mil galaxias,
de quinientas soles, 
de doscientos cincuenta lunas,
de ciento veinticinco planetas,
de setenta y cinco estrellas,
de treinta y siete punto cinco puntos de nebulosa,
de dieciocho punto setenta y cinco gramos de polvo cósmico,
de nueve punto trescientos setenta y cinco cielos,
de cuatro punto seis mil ochocientos setenta y cinco nubes,
de dos punto treinta cuatro mil trescientos setenta y cinco gotas de lluvia,
de uno punto ciento setenta y un mil ochocientos setenta y cinco gramos de tierra,
lo restante son los átomos y células que me forman.

Hecha de diez colores
de nueve conversaciones
de ocho sabores,
de siete razones,
de seis motivaciones,
cinco ilusiones,
cuatro ensoñaciones,
tres raíces,
dos flores,
un amor de amores,
que se llama: tú.
Tú: mi universo infinito,
y así sucesivamente, cuenta tras cuenta,
y así sucesivamente, número a número,
y así sucesivamente al infinito.
Autora: Patricia Adriana Hernández