Hay cómplices de amor, hay cómplices de letras y hay cómplices que nos hacen amar, nos hacen escribir, que nos hacen sentir. Ese cómplice hoy es la luna, que bella anocheció esta noche.
¿Quién no guarda un trozo de luna en la mirada cuando mira los mensajes de la persona que ama?
¿Quién no siente que se ilumina su rostro con una sonrisa enorme cuando recibe la llamada de la persona que le hace latir como tambor el corazón?
Supongo que más de uno, más de dos. Supongo que todos alguna vez, somos la laguna de nuestro ser luna.
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Todos los derechos de la imagen le corresponden al creador de la misma. Imagen tomada de Pinterest que lleva al siguiente link: https://i.pinimg.com/originals/57/0c/1c/570c1cf36e4849dfc07836f778a3045d.jpg |
Tú y yo somos un nosotros.
Nosotros los que conversamos,
los que escuchamos y decimos:
Te quiero así, con cualquier palabra,
con cualquier silencio.
Somos un nosotros amoroso
que integra besos a miles,
desvelos de enamorados
en esas llamadas de madrugada
que encienden la luz del alma
y así risa a risa,
amanecemos con el alba.
Nosotros amorosos, porque amar
es lo que nos tirita el alma.
Nosotros los que conversamos,
los que escuchamos y decimos:
Te quiero así, con cualquier palabra,
con cualquier silencio.
Somos un nosotros amoroso
que integra besos a miles,
desvelos de enamorados
en esas llamadas de madrugada
que encienden la luz del alma
y así risa a risa,
amanecemos con el alba.
Nosotros amorosos, porque amar
es lo que nos tirita el alma.
Autora: Patricia Adriana Hernández.